Cuando leas esto tendrás once años y habrá llegado el momento de contarte lo que sé. Ahora tienes seis y es muy pronto. Primero tienes que creer, como lo haces ahora, y luego alguna amiga te dirá que no existe y dejarás de creer. Eso seguro te pondrá triste y ocurrirá en algún momento entre tus seis y once años. Quizás ese día te metas a tu cuarto que ya no compartirás con tus hermanos y cierres tu puerta. Quizás te cuestiones por qué creíste y te decepciones de los adultos. Quizás te sientes en tu cama con edredón turquesa y abras el cajón de tu mesa de noche. En ese cajón estará esta carta esperándote. Antes de empezar te recomiendo que les digas a tus papás que estarás ocupada porque lo que te voy a contar, Jose, es un secreto entre sobrina y tía. Cuando yo era niña también creí en el conejo de pascua. Mis abuelos, los papás de tu Mamama, nos invitaban los domingos de pascua a todos los nietos a su casa para encontrar los huevos que el conejo dejaba. Como tú, yo iba con m...
Retomo este blog después de 10 años con el mismo nombre, pero con más crónicas, viajes, preguntas y cafés.