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Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2023

EL CHANCAY - auto | ficción -

Esa mañana cuando Felipe se despertó en su departamento de Miraflores tuvo la intuición que en la noche vendría un sueño especial. Él siempre esperaba la noche para poder soñar. Desde joven había soñado mucho, pero ahora a sus 82 años soñaba más que nunca. No estaba seguro qué día era, así que fue a su escritorio a buscar su agenda. Su agenda era marrón y tenía en la portada sus iniciales grabadas en dorado: FT. Abrió la agenda y se acercó a ella para olerla. El olor a papel seguía siendo de sus olores favoritos desde que leyó su primer libro cuando era niño. Vio la semana en la agenda y confirmó su sospecha: hoy era jueves. Los jueves se sueña en grande dijo en voz alta. Cerró la agenda con energía y salió de su escritorio. Decidió que esta noche tomaría lonche más temprano.  A las seis en punto de la tarde fue a la cocina a sacar todo lo que necesitaba. La cocina estaba impecable y sobresalían unas flores naranjas y blancas que estaban en una repisa de madera. Había un comedor de dia

VALICHA - testimonial -

A mi me llamaron Valeria por el huayno Valicha. Yo nací en Lima, pero a los días nos fuimos a Cusco porque mis papás y mi hermano mayor vivían ahí. Pasé mis primeros 4 años en esta ciudad y de ahí nos mudamos a Lima. Siempre que vuelvo voy a visitar la casa donde viví. Me gusta caminar por la calle, llegar al portón y mirar entre los huequitos el jardín donde seguramente di mis primeros pasos y empecé a hablar. Me gusta imaginar a mis papás, a mi hermano y a mí juntos en una ciudad tan especial. A veces quiero tocar la puerta y ver si puedo entrar, pero creo que prefiero quedarme con las imágenes e historias propias.  La calle se llama Pumacurco (Lomo de Puma) y es una calle en subida así que siempre llego con el corazón acelerado✨

LA CHIMENEA PRENDIDA - crónica testimonial -

Era el 2008 y tenía tres años viviendo en Londres cuando me recomendaron que fuera a ver esta obra. Sin saber de qué trataba compré mi entrada. Se presentaba en el National Theatre y había sido escrita por una mujer llamada Joan Didion que hasta ese momento no conocía. El día de la función llegué temprano. Siempre me gusta llegar con tiempo a los teatros y a los aeropuertos, así me preparo con calma para el viaje. Cuando dieron segunda llamada entré a la sala. Mi asiento quedaba en sexta fila de platea. Agarré el programa de mano y leí el título que estaba a punto de quedarse en mí para siempre: “El año del pensamiento mágico” Una voz femenina con un fuerte acento inglés anunció la tercera llamada y la sala empezó a oscurecerse. Después de unos segundos se prendió una luz en el escenario y apareció Vanessa Redgrave sentada en una silla de madera. No había escenografía. Solo una silla, una mesa de madera chica que tenía un vaso de agua, y Vanessa sentada mirándonos en silencio. Ella est

EN UNA CAMILLA - crónica testimonial -

Hace algunos años tuve una pequeña intervención al útero. Nada grave, pero sí requería anestesia general. El anestesista, un señor de 50 años aprox, se presentó, me contó cómo sería el proceso de la anestesia y me la empezó a poner. Para que me vaya relajando me preguntó por mi vida, y de alguna forma llegamos a que yo había vivido en Londres. Luego, me preguntó si era mamá, le respondí que no y al final me dijo: “Uuuy, cuidado, que se te está pasando el tren”. No le pude responder porque me hizo efecto la anestesia. Me levanté con muchas preguntas. ¿Por qué este doctor siente que tiene el derecho de opinar así de la vida de una mujer que no conoce? ¿Por qué además en plena operación al útero? ¿Qué implica la frase “se te está pasando el tren”, y que normalmente nos la dicen a las mujeres?. Cuál TREN me pregunto. ¿El tren de la maternidad? ¿El tren de lo que se espera de una mujer? ¿Acaso cada mujer no conduce su propio tren? . Hace algunos años congelé mis óvulos. Todo estaba listo pa

EL TREN POR LA MITAD - auto | ficción -

Camila llegó a la estación de tren de Euston un 28 de agosto en un día frío, pero soleado. Llevaba una chompa turquesa, una mochila gris, y una maleta antigua. Compró un ticket para viajar a Lewes, donde empezaría su nueva vida. No había desayunado así que fue a buscar un sándwich de queso y tomate para comer en el camino. Se acercó a un puesto chiquito y cuando abrió su billetera encontró las libras esterlinas que su hermano Eduardo le había dado. Señaló lo que quería, pagó, se metió el sándwich a la mochila y se paró en la plataforma a esperar su tren. El tren empezó a entrar en la estación y una vez que paró por completo se abrieron las puertas. Camila se puso a un costado para que la gente salga y después entró.  El tren tenía las paredes descoloridas y las puertas se demoraban en abrir. Camila sintió un olor a café. No sabía dónde poner su maleta hasta que vio un lugar designado para maletas y la puso ahí. Se sentó, abrió su mochila y sacó un cuaderno espiralado rojo donde tenía a